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ERTIBIL BIZKAIA 2016

Del 11 de mayo al 03 de julio de 2016

  • La Muestra Itinerante de Artes Visuales ERTIBIL BIZKAIA organizada por la Diputación Foral de Bizkaia, arranca en Bilbao y recorrerá los municipios de Sestao, Durango, Lekeitio, Santurtzi, Gernika, Arrigorriaga, Derio, Ermua, Igorre y Elorrio.
  • Las artistas galardonadas en la XXXIV edición de ERTIBIL BIZKAIA son: Amaia Gracia Azqueta, Irantzu Yaldebere y Helena Goñi. Desde su primera edición en 1983, ERTIBIL tiene como objetivo apoyar y promocionar a los artistas emergentes del territorio que desarrollan su labor creativa en Bizkaia.
  • En la edición actual han participado 109 artistas, siempre menores de 35 años. Entre las obras presentadas de todas las especialidades se han seleccionado los 20 trabajos que componen la exposición ERTIBIL BIZKAIA 2016 por un jurado de profesionales formado por: Dani Castillejo (Director del Museo Artium de Vitoria), Ane Rodríguez (Directora de Tabakalera de San Sebastián) y las artistas Zuhar Iruretagoiena y Abigail Lazkoz.
  • Los y las ganadores del certamen recibirán 5.000 € el primer premio, 4.000 € el segundo y 3.000 € el tercero, el resto de artistas seleccionados obtendrán 2.000 €.

LA EXPOSICIÓN

(*) Extractos del texto de Mikel Onandia Garate en el catálogo de la exposición.

Amaia Gracia Azqueta (Pamplona, 1985) presenta Paradis, una estructura metálica apoyada en el suelo y contra la pared, de formas triangulares que acoge una fotografía en blanco y negro de un espectacular glaciar, contraponiendo la plasticidad de las cumbres nevadas con el formalismo geométrico del marco general. Pertenece a la serie La Sublime, un conjunto de obras que rinde homenaje a las primeras mujeres alpinistas como Marie Paradis (1778-1839).

A partir de un planteamiento basado en la contraposición y con medios mínimos, Irantzu Yaldebere (Bilbao, 1994) logra con Gora Arriba horizontalean incitar a la reflexión sobre cuestiones centrales desde los orígenes de la filosofía política como la justicia, la legislación, el gobierno, la libertad, los derechos o la propiedad, la legitimidad de su defensa, y especialmente su representación y simbolización.

Helena Goñi (Bilbao, 1990) desarrolla –desde lo biográfico– el proyecto Tourniquet, que tras una primera fase centrada en la reflexión sobre los diferentes modos de acercamiento íntimo entre las personas en una sociedad online, ha derivado hacia el estudio de la corporeidad de las relaciones y la afirmación de que los sentidos, y fundamentalmente el tacto, resultan fundamentales a la hora de comprender el trato entre los seres humanos.

En su obra Music Movement, Carlos Alza (Montevideo, Uruguay, 1987) indaga en las relaciones arte-máquina o unicidad-reproducción a partir de una pieza que busca y necesita causar la respuesta del público en forma de intervención para ser completada. Se trata de una caja de madera, a modo de bafle, que emite de manera continua un sonido molesto que llama la atención del espectador, quien lo modifica según acerca y mueve su mano alrededor del altavoz.

El acrónimo S.V.P.P.B. de la máxima latina Si Vis Pacem Para Bellum, popularizada en los 80 y 90 entre la juventud vasca por el grupo Hertzainak, es el nombre elegido por Nora Aurrekoetxea (Bilbao, 1989) & Laura Ruiz (Bilbao, 1989) para esta pieza escultórica que reúne un katxi de cemento que evoca la frase ‘jaia bai, borroka ere bai’, junto a una manipulación de imágenes en blanco y negro a modo de collage, dificultando su lectura y proponiendo formas alternativas de leer un archivo y construir narrativas personales.

La obra de Leo Burge (Londres, 1991) Los talleres de Mettray, compuesta por estructuras irregulares de alambres sobre módulos de cartón, remite a la novela autobiográfica Miracle de la Rose (1946) que Jean Genet escribió en la cárcel de La Santé en la que describe descarnadamente su vida en prisión, el reencuentro con antiguos amantes juveniles y sus vivencias extremas en el reformatorio de Mettray. El punto de partida de la presente obra son las medidas del estudio de trabajo del taller de la escuela de arte Kalostra.

En Ni estatus ni estatuas –fotografía analógica intervenida digitalmente e impresa sobre una lona de gran tamaño– Urtzi Canto (Bilbao, 1984) juega con la imagen doble; al voltear la fotografía originaria de la construcción arquitectónica y usarla como marco en el que inserta el círculo da lugar a una equilibrada composición y un sugerente contraste cromático con el uso del verde sobre el blanco y negro –paradigma visual del pasado–, aportando así una mirada subjetiva sobre la supuesta visión objetiva.

Haciendo referencia a la película del mismo nombre de Chantal Akerman que documenta la ola migratoria mexicana hacia los EE.UU, Marion Cruza Le Bihan (Bilbao, 1982) en su vídeo From the other side (de l’autre côté) pone el acento en el concepto de frontera –línea política, ideológica, física o económica que separa o marca una extensión– y de su plena actualidad.

Con la búsqueda de una imagen propia como punto de partida, la exploración e indagación gráfica y distintos postulados experimentales llevan a Arantza Escondrillas Ugartondo (Llodio, 1992) a series pictóricas que se traducen en tramas abstractas determinadas exclusivamente y de manera explícita por las formas, los colores y las tensiones espaciales.

El título Ateak zabalik? y las consignas de bienvenida en varios idiomas definen el carácter irónico de la obra escultórica de Iñigo Garatu (Salamanca, 1990), creada como reacción ante la inmoral e ilegal respuesta de la Unión Europea a la actual crisis de los refugiados.

Eduardo Hurtado (Valladolid, 1986) en un largo rollo de papel reúne distintos fragmentos de perfiles, restos de materiales de origen metalúrgico que dejan su propia señal consecuencia de un procedimiento que recuerda conceptualmente a distintas prácticas reproductivas, todas ellas maneras de codificar, comunicar o transferir saberes e ideales sobre soportes físicos.

Tras recoger y fundir restos de metralla de grupos de resistencia partisana al sur de los Apeninos, Miriam Isasi (Vitoria-Gasteiz, 1981) con el título Asta de bandera antifa ha creado mástiles de bandera que hace llegar a militantes antifascistas del barrio de San Lorenzo de Roma, a quienes fotografía con las astas y sus respectivas banderas de seda roja.

De una fotografía anterior a la destrucción de los Budas de Bamiyán surge el interés estético de Jone Loizaga (Bilbao, 1983) por las acciones iconoclastas, motivo de reflexión y punto de partida de su experimentación formal. La artista se sirve de sus fuentes buscando crear nuevos contenidos simbólicos mediante la técnica del hueco grabado.

A pesar del uso de materiales –madera y cerámica– tradicionalmente considerados como artesanales Uxue López Iruretagoyena (Bilbao, 1992) ha construido una pieza, Poliforma, de una regularidad geométrica no jerarquizada y superficies monocromas que niegan cualquier evocación manual y carga subjetiva.

En un cajón de madera móvil, con su respectiva caja protectora, Gemma Martín Valdanzo (Valladolid, 1983) reúne parte de la información documental sobre la arqueología del paisaje industrial de la zona de Leioa y Getxo. Una caja de luz muestra la situación geográfica donde se ha llevado la investigación, que se traduce en numerosos documentos de estudio, material fotográfico, textos reflexivos y vestigios naturales como plantas o restos del tipo de suelo recogido donde antaño se erigían las fábricas.

Edurne Martínez Arroyo (Bilbao, 1982) revela mediante esta lona plegada y pintada con esmalte negro y distintos tonos grises el valor esencial del formato, en este caso irregular, que condiciona el ser de la obra pictórica y la percepción del espectador, no exclusivamente desde un punto de vista bidimensional sino igualmente otorgándole volúmenes.

El trabajo de Estela Miguel (Cuenca, 1992) se caracteriza por la hibridación técnica y disciplinar directamente relacionada con el mundo natural, concretamente con la estética biomorfa definida por el surrealismo en tanto plástica evocadora de ideas como lo primitivo, lo sensual o el subconsciente.

Damaris Pan (Mallabia, 1983) no concibe la pintura como representación sino en tanto disciplina autónoma sin referentes externos, como materia en sí misma –un pintura que, incluso en sus obras más realistas, habla de pintura–, centrada en sus propias características y superando así la dicotomía figuración/abstracción.

Una estructura triangular de lentes apoyada sobre una peana de madera oculta en su interior un escáner. Tras unos instantes de espera, el dispositivo comienza a funcionar; el lector óptico en movimiento y el prisma que lo recubre producen reflexiones, refracciones y descomposiciones de luz que crean diferentes efectos visuales y sonidos maquinales, potenciados en mayor o menor medida según la situación del espectador y la iluminación de la estancia. Karla Tobar Abarca (Quito, Ecuador, 1981) explora así distintas variables que puede ofrecer un aparato tecnológico.

A partir de fotografías y el testimonio en primera persona Diego Vivanco (Barakaldo, 1988) resume en el vídeo, Istanbul International Electric, su estancia y experiencia en Estambul, donde disfrutó de una beca de tres meses para realizar un proyecto artístico. Son justamente la propia beca y la naturaleza de su proyecto el eje de la reflexión del artista.